La expresión “hacer el agosto” viene utilizándose recientemente como sinónimo de buen negocio o ganancia abundante, y, en especial, para aquellos sectores que obtienen un gran provecho económico en los meses de verano. Nada más lejos de la realidad, el origen de esta expresión castiza viene dado de la agricultura, siendo en los meses de verano, fundamentalmente en agosto, cuando se realizan la mayoría de las cosechas o recolecciones y posterior almacenajes para el resto del año.
El análisis de los datos de contratos de trabajo y paro registrados en el municipio de Torrelavega en los meses de julio y agosto de este pandémico período hacen entrever un difícil y problemático final de año e inicio de 2021, el invierno se acerca.
La cifra de contratos registrados en estos últimos dos meses (1.907) es la peor desde 2014, cayendo un tercio con relación al verano pasado, con casi 1.000 contratos menos (2.877 en 2019). Como reseña de épocas pasadas anteriores a la crisis económica, en el verano de 2007, los contratos que se registraban en Torrelavega los meses de julio y agosto alcanzaban los 3.411.
De los 970 contratos menos con relación a 2019, más de la mitad de ellos lo son los 493 contratos temporales que no se han registrado en agosto de este año con respecto al anterior. Además, 301 de estos últimos eran a jornada completa (616 contratos temporales a jornada completa en 2019 y 315 contratos temporales a jornada completa en 2020).
Este caluroso y turístico mes de agosto de 2020, al menos en el norte de España, ha sido el segundo peor mes de agosto de la historia en número total de contrataciones en la capital del Besaya (829), solo superado por agosto de 2013 (817).
La temporalidad y estacionalidad laboral viene siendo una tónica habitual de la estructuración económica de los sectores predominantes del modelo productivo en vigor en los últimos años. Nueve de cada diez contratos registrados en los meses de julio y agosto fueron temporales, y más de la mitad a jornada parcial.
Se trata del mes de agosto con mayor proporción de contratos temporales a jornada parcial de la historia (el 57,6% del total de contratos temporales), y el segundo mes de julio con mayor precariedad contractual de la historia (50,67%). Antes del inicio de la crisis económica de 2008 los contratos temporales a jornada parcial apenas llegaban a uno de cada cuatro o uno de cada cinco del total de contratos temporales en ambos meses.
Además, y como desgraciadamente suele suceder en la temporalidad y precariedad laboral, las mujeres se ven afectadas en mayor proporción por este tipo de contratos. De los 1.048 contratos temporales a jornada parcial firmados en los dos meses de este verano, 670 contratos (63,9%) fueron para mujeres.
La contratación de trabajadores a jornada completa y por tiempo indefinido es algo cada vez más inusual, y lo es aún más en verano, apenas el 5,6% de los contratos de julio y agosto (107) lo fueron indefinidos a jornada completa. Si bien, el número total de indefinidos es muy similar al del año pasado en el mismo período, 187 en 2020 frente a 213 en 2019.
En total 1.659 personas fueron las “agraciadas” con los 1.907 contratados firmados este verano en Torrelavega. El 20,35% de los contratos fueron para menores de 25 años, y el 25,9% para mayores de 45.
Por sectores económicos, el sector servicios ha representado el 82,47% y el 80,58% de las contrataciones en julio y agosto, respectivamente. El peor mes de agosto del sector servicios, en número de contrataciones, desde el año 2010.
Las cifras de parados no son buenas. Y no lo son en una situación de gran incertidumbre, que lo será creciente próximamente y por multitud de condicionantes. Torrelavega registró en agosto de 2020 un total de 4.326 parados, similar a la cifra de hace diez años en los meses de julio (4.470) o agosto (4.417) de 2010 (en el segundo verano de la crisis), y la peor desde 2016 (con 4.706) para un mes tan importante. Además de ser una cifra de parados un 20% mayor a la del mes de agosto del año pasado (3.602).
Del total de parados, el 48% (2.079) son mayores de 45 años, de estos el 55,6% mujeres y el 44,4% hombres. 2.496 personas lo son parados de larga duración, y cerca de 3.000 parados (el 68,56% del total) lo son del sector servicios, de los que 1.846 son mujeres.
El próximo “invierno” económico y laboral debe contrarrestarse de la mejor forma posible para evitar daños irreparables en la sociedad actual. Los datos laborales de este verano son un atisbo de lo que puede suceder y sucederá a corto y medio plazo, y una señal clara de la necesidad de planificar y trabajar en profundos cambios a medio y largo plazo para no depender, una vez más, de contrataciones temporales y precarias.
La estabilidad política, las reformas y actuaciones encaminadas a cambiar y modernizar el modelo productivo, y las fórmulas para auxiliar a aquellas familias y personas que, aún incluso con un empleo, se encuentran en riesgo de pobreza son las cuestiones que deben centrar el esfuerzo de nuestras instituciones y organizaciones, de las que depende nuestro futuro.
“agosto y vendimia no es cada día, y sí cada año, unos con provecho y otros con daño”.
DOCUMENTO CON DATOS: CONTRATOS_REGISTRADOS_Y_DEMANDANTES_INSCRITOS